dimanche 19 août 2007

Soledad Casi Culpable - 2


A Roque Dalton
Por Jaime Serey

Corren las figuras cuajando sombras
Por el ancho paredón y el silencio
Erosiona canchas con el zumo de la noche
Hacia las heridas que padecen.
Alta la trompeta del otoño
Más alguien atornilla la bala
Que a de callarme
Por entre los ojos de una pugna.
¿Quien acciono el gatillo?


.
Unión
Por Jaime Serey

Te entregas fiel a la misma piel
Y uniendo todos los deseos
Pones tus muslos en el espacio
Donde guardo maravillosamente
Los placeres.
.
.
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Niña del Sur
Por Jaime Serey

Cuando leas mi carta
vas ha ir enredándote en lo que te escribi
Una y otra vez y no podrás detenerte
En las comas , en los puntos a parte.
Se que volverás a sentir mi presencia

En esa tinta derramada por mi corazón
Y sentiras deseos de tocarme
para darme una caricia
En la última línea .


.
Reflexión
Por Jaime Serey

.
A los seres acaudalados les falta vida
Para disfrutar las riquezas que poseen
Y a los seres del pueblo

Les falta parte de esas riquezas
Para vivir el tiempo
De existencia

Que la naturaleza les entrego…




Homenaje
Por Jaime Serey



César Vallejo,
Cincuenta anos fueron medio siglo de estar bajo la tierra
Y ser un mudo eterno,
Un recuerdo en un trozo de mármol y un epitafio.
Pero para ti, que importa estar hoy entre los muertos
Si allí son tus oyentes los Ángeles y los demonios.
Cincuenta anos fueron medio siglo
Y yo me detengo ha pensar, que de la muerte nacen los poetas.
Hoy te traigo, para que estés entre nosotros
Y para que nos bebamos juntos todos los dolores de los huérfanos
Y todas las injusticias de la vida.
Hoy también te traigo al huerto de los nacimientos,
A los corazones de las sierras, a los cimientos del Capulí.
Porque tu sangre siempre ha sido un himno de campanas
En los regazos de la historia.
De pie Rojas, Larrea, Mariategui,
Que nuestro poeta esta aun viajando con su verso intacto.
Hoy en su Santiago de Chuco esta lloviendo…



Zoraida
Por Jaime Serey


Por ese cándido mirar
Que siempre te brota a manantiales.
Yo, que soy un juglar cruel y morboso,
Te juro que olvidaría todos los instintos pasionales
Que nos llegan siempre del infierno
o de aquellas lujurias de Sade,
Que nos deleitan y corrompen el alma
Y esos besos carnales que aprendimos
De las ninfas callejeras.
Indudablemente que en tu regazo
Mi alma seria una mansa oveja.

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