Si nuestras dos únicas retinas son como los 2 ojos de un pájaro de fénix es decir que con ellos también podríamos volar y aterrizar y poder llegar hasta donde nacen los relámpagos... Con nuestros 2 ojos podríamos realizar vuelos celestiales o irnos por las corrientes que produce el aire y surcar todo el espacio…
Nosotros somos el ojo y el ojo del ojo humano que tiene la visión de los ríos y la geografía…
Nuestros ojos están en el medio del mundo viendo la historia, la vida y las palabras...
Nuestros ojos se balancean como un péndulo con mucha gracia, saben mirar en silencio y cerrarse cuando llega una nube de polvo…
Nuestros ojos pueden llegar hasta el éxtasis o el delirio cuando están en pleno frenesí…
Nuestros ojos, como los pájaros de fénix pueden despertarse de frente al crepúsculo y el mar…
Nuestros ojos pueden enterrar un puñal de amor en el medio del pecho de una ninfa y asesinar de dicha, de pasión, de ardor o buscar y encontrar después de volar caminos desconocidos…
Pero sin embargo somos los ojos que nacieron del pecado original.Nosotros que ha empujones nacimos y ha empellones caminamos con la ayuda de nuestros pies y con las mejores intenciones. Entonces somos los ojos que se instalaron en nuestro planeta sin que nadie lo exigiera, porque ellos llegaron a la vida con un tronco unas extremidades y la cabeza. Sin que nadie lo exigiera ni firmara una autorización, nosotros mismos como criaturas optamos por un halito, pero pidiéndoles perdón a los creadores porque nos arrepentimos y porque nosotros no sabemos ni nacer ni aterrizar.
Nosotros somos el ojo y el ojo del ojo humano que tiene la visión de los ríos y la geografía…
Nuestros ojos están en el medio del mundo viendo la historia, la vida y las palabras...
Nuestros ojos se balancean como un péndulo con mucha gracia, saben mirar en silencio y cerrarse cuando llega una nube de polvo…
Nuestros ojos pueden llegar hasta el éxtasis o el delirio cuando están en pleno frenesí…
Nuestros ojos, como los pájaros de fénix pueden despertarse de frente al crepúsculo y el mar…
Nuestros ojos pueden enterrar un puñal de amor en el medio del pecho de una ninfa y asesinar de dicha, de pasión, de ardor o buscar y encontrar después de volar caminos desconocidos…
Pero sin embargo somos los ojos que nacieron del pecado original.Nosotros que ha empujones nacimos y ha empellones caminamos con la ayuda de nuestros pies y con las mejores intenciones. Entonces somos los ojos que se instalaron en nuestro planeta sin que nadie lo exigiera, porque ellos llegaron a la vida con un tronco unas extremidades y la cabeza. Sin que nadie lo exigiera ni firmara una autorización, nosotros mismos como criaturas optamos por un halito, pero pidiéndoles perdón a los creadores porque nos arrepentimos y porque nosotros no sabemos ni nacer ni aterrizar.
Quizás es por eso que hoy mis ojos lloriquean a mares como en un vano intento tratando de regresar a la matriz materna, donde nunca existirá ni existió la ofensa, ni el socorro...

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