El Último Retrato (1923- 1924)
Por Jaime Serey
Por Jaime Serey
Se me ha ocurrido leer al solitario Kafka,
Introduciéndome en su obra magnifica
Como esos buscadores de diamantes,
De metáforas, de luchas sicológicas
Y de silencios que acompañan dignamente
Las épocas cuando se habita en tierras lejanas
Como un verdadero extraño del futuro…
Introduciéndome en su obra magnifica
Como esos buscadores de diamantes,
De metáforas, de luchas sicológicas
Y de silencios que acompañan dignamente
Las épocas cuando se habita en tierras lejanas
Como un verdadero extraño del futuro…
Pero tratando de existir
Por eso me traslade voluntariamente
A su estado depresivo a su bendito intelecto,
Que el escribía con un profundo odio de presidiario.
Nuestro gran Franz Kafka, nuestro literato,
Que quiso huir al igual que yo
Del aburrimiento de la xenofobia,
De las dictaduras soñando
Con poder alcanzar siempre las nuevas fronteras.
Por eso me traslade voluntariamente
A su estado depresivo a su bendito intelecto,
Que el escribía con un profundo odio de presidiario.
Nuestro gran Franz Kafka, nuestro literato,
Que quiso huir al igual que yo
Del aburrimiento de la xenofobia,
De las dictaduras soñando
Con poder alcanzar siempre las nuevas fronteras.
Lo veo desde aquí aún allí inquieto
Viajando en los tranvías de la honorable ciudad de Praga,
Como un saltamontes en su metamorfosis,
Como un insecto herido
Con ahíncos de vuelos retóricos
Al amparo del sentimentalismo
Y de su buen colaborador Max Brod…
Viajando en los tranvías de la honorable ciudad de Praga,
Como un saltamontes en su metamorfosis,
Como un insecto herido
Con ahíncos de vuelos retóricos
Al amparo del sentimentalismo
Y de su buen colaborador Max Brod…

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