dimanche 19 août 2007

Aguacero de Palabras - D



Los desquiciados de la farándula aparecen vestidos de payasos y operarios de la felicidad dispuestos ha saltar todas las barreras impuestas por las reglas de los circos, de aquellos que entregan las bajezas que se ocultan en la sabiduría o en la experiencia sobrenatural de la existencia. El hombre en cuya risa se confía sabe vencer los obstáculos de la santidad a signos, a gemidos, a rumores, a palabras e incluso a gritos recónditos de alcohol, nicotina y drogas.

Quien piensa en cambiar el mundo del arte a fuerza de imaginación, originalidad debe ser un inteligente vanguardista de armas a tomar, pues vivimos en una era de estupideces e incoherencias. Una muchacha se atreve a pintarrajear una tela con sus senos, una verdadera revelación en los medios pictóricos, una agrupación de poetas en California, se reúnen en las esquinas de las calles, una nueva manera de expresar la poesía, todo un éxito en los poderes literarios actuales. Un guitarrista esquizofrénico aprende a tocar al revés y hacer nudos en bolsas plásticas todo un avance para la psiquiatría moderna y el Punk. Será la diversión de vivir lo que nos pone ciegos y sordos o la decadencia que implacable e inexorablemente debe de estar alcanzando sus niveles máximos en nosotros.

Caemos de las cumbres de la civilización hacia los abismos intolerables de la ignorancia. Llámese liberalismo de espíritu a estos nuevos tiempos del siglo XXI, que nos hacen deambular en el mundo del absurdo suelen gritar los más osados los dirigentes internacionales de las modas y el arte. Los parásitos vivientes adheridos a las enciclopedias y a los textos al nylon y a los géneros de la alta confección del pasado, a los maniquíes de un Galliano o de un Jean-Paul Gaultier, majestades del vulgarismo insólito. Ellas las delgadas vampiresas de los proscenios habituales de los adinerados perfiles de los directores de empresas cinematográficas vendidas a granos de oro y perlas cultivadas. Absortos nos dejamos llevar por la siutiquería de los falsos ídolos del instante, las figuras efímeras de humo y las burbujas de champagne, que corroe la imaginación del sujeto mas listo de la historia preparada para las arduas batallas de la sociedad contemporánea e elitista. Se vive sin embargo bajo este drama a pesar de la carencia de la buena voluntad y de la entrega reciproca.

Existen aun algunos dinosaurios, que quisieran luchar a costa de cualquier precio por sus vidas marchitadas ya por el pecado original de la vanidad, de la ambición y del poder…



Ilustracion: Bertrand Lambert - www.bertrandlambert.com

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